“La cultura es como el viento. Es invisible, pero su efecto se puede ver y sentir. Cuando sopla a tu favor, todo va sobre ruedas. Cuando sopla en contra, todo es más difícil”.
Esta profunda afirmación de HBS capta perfectamente la esencia de la transformación cultural en el ámbito de la transformación digital.
A medida que navegamos entre los vientos de cambio que traen las nuevas tecnologías, el impacto de la cultura se hace evidente. En este artículo, intento explicar cómo podemos aprovechar el poder invisible de la transformación cultural para impulsar transformaciones digitales de éxito. Así pues, navegaremos hacia un futuro en el que la alineación cultural y la innovación digital impulsen a las organizaciones hacia nuevas alturas.
El efecto dominó de la transformación cultural:
Al igual que el viento determina el rumbo de un velero, la cultura influye en la trayectoria de las organizaciones. La investigación realizada por el Boston Consulting Group confirma esta noción, revelando que las empresas que se centran en la cultura durante los esfuerzos de transformación digital tienen cinco veces más probabilidades de alcanzar niveles de rendimiento más altos. El efecto dominó de la transformación cultural impregna todos los aspectos de una organización, permitiendo una navegación más fluida a través de los retos de la transformación digital.
Navegando los vientos del cambio:
Al embarcarse en un viaje de transformación digital, las organizaciones deben hacer frente a los vientos en contra de las aprensiones y la resistencia de los empleados. Al adoptar la transformación cultural, las organizaciones pueden convertir estos retos en oportunidades de crecimiento. Un ejemplo es el programa de desarrollo del liderazgo puesto en marcha por Google, que dota a los líderes de las habilidades necesarias para navegar por los cambios culturales, inspirar a sus equipos y fomentar un entorno propicio para la innovación digital. Ofrece a los Googlers servicios como comidas gratuitas, viajes de compromiso de los empleados, juegos, fiestas, gimnasios, un entorno apto para perros, servicios de lavandería y mucho más. Lo que diferencia a Google de otras empresas es que no se limita a construir una oficina, sino que se centra sobre todo en construir una oficina con una cultura organizativa fenomenal.
Google lo ha dejado claro para los Googlers: “Nosotros nos ocupamos de ti mientras tú te ocupas de tu trabajo”.
Navegando hacia el éxito:
El éxito de las transformaciones digitales exige que las organizaciones liberen todo el potencial de sus trabajadores. La transformación cultural es la brújula que guía a las organizaciones hacia el éxito. Consideremos el caso de McAfee, que adoptó una cultura de aprendizaje continuo, experimentación y colaboración. Mediante el establecimiento de equipos multifuncionales y la capacitación de los empleados, aprovecharon su sabiduría colectiva, impulsando transformaciones digitales impactantes que los distinguen como líderes del sector.
Abrazando un nuevo horizonte:
No se puede subestimar la importancia de la transformación cultural en el panorama actual, en rápida evolución. Las organizaciones que adoptan la alineación cultural junto con los avances tecnológicos se posicionan como catalizadores del cambio. Tomemos el ejemplo de mi propia empresa, HP, que ha fomentado una cultura de crecimiento y adaptabilidad implementando un entorno de trabajo flexible y dando prioridad a las iniciativas de mejora y reciclaje. El planteamiento de HP de tener una mentalidad de crecimiento y crear la infraestructura que la respalde ha sido clave para mantener a nuestros equipos comprometidos, además de formar parte del impulso general de la empresa hacia la mejora continua. Este planteamiento con visión de futuro nos ha permitido sortear los vientos del cambio y emerger como pioneros en la transformación digital.
Trazar el rumbo:
A medida que las organizaciones se hacen a la mar en la era digital, la transformación cultural se convierte en un imperativo estratégico. Al igual que el viento propulsa un barco, la alineación cultural impulsa a las organizaciones hacia el éxito. Se requiere un esfuerzo colectivo para dirigir el barco en la dirección correcta, aprovechando el poder invisible de la cultura. Al adoptar una cultura digital que valore la innovación, la colaboración y el aprendizaje continuo, las organizaciones pueden navegar con los vientos del cambio y alcanzar nuevos horizontes de éxito.
La cultura es la fuerza invisible que determina el destino de las organizaciones en la era digital. Como dice elocuentemente la HBS, cuando la cultura sopla en tu dirección, todo va sobre ruedas. Para aprovechar este poder invisible, las organizaciones deben dar prioridad a la transformación cultural junto con los avances tecnológicos.
En el vasto océano de la transformación digital, la cultura actúa como el viento que determina el rumbo de su organización. ¿Aprovechará el poder invisible de la transformación cultural, impulsando a su organización hacia una navegación tranquila? ¿O permitirá que los vientos contrarios de la inercia cultural impidan el progreso? Recuerde que es la convergencia de cultura y tecnología la que traza el rumbo hacia el éxito.
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Imagen: boatattitudebook.com